Contacto con tacto.
¡Cuidado: no
acostumbres al niño a los brazos!
Cuántas veces
habremos oído decir, o nos los han dicho cuando somos padres, esta frase. Pues
según la OMS es importante para el desarrollo afectivo y físico del bebe estar
en contacto con los padres, en especial con la madre. Y por eso recomienda que
se tenga al bebe en brazos el mayor tiempo posible, lo cual también es
beneficioso para lo que se considera el triángulo de la salud, es decir la
física, la mental y la emocional.
O sea, ¿En tu niñez
como fue esto? ¿Recibiste el suficiente contacto?
¿Cuál es el órgano
más grande de tu cuerpo? ¡La piel! Ella es la “envoltura” de nuestro
organismo. Es una fuente emisora y receptora de mensajes.
Vida y piel se
encuentran íntimamente interrelacionadas. Sin piel no es posible la vida.
La piel no solo es el
órgano sensorial del tacto, sino que, en general, es el más importante nexo
entre nuestro organismo y el exterior.
El contacto pone en
movimiento corrientes neuronales que estimulan el sistema nervioso
central. Cuando el contacto es natural y espontaneo ayuda a sentirse
contenido, querido, escuchado, comprendido y aceptado.
El tacto es un
sentido que por la falta de uso se ha devaluado, junto con el olfato y el
gusto, dando lugar a un presente donde los adelantos tecnológicos exigen con
mayor rigor los sentidos de la vista y el oído. Y como todo lo que no se
utiliza se atrofia y se corre el riesgo de perderlo, podríamos estar en peligro
de volvernos cada vez más insensibles.
Entre adultos el
contacto a través del tacto se da primordialmente en relaciones de pareja. En
las relaciones de amistad y familiares existe el contacto, aun que no sea
frecuente, pero este no lleva impregnada la sensibilidad del tacto.
¿Será este un motivo
por el cual los humanos buscan tener pareja?
En los adultos el
abrazo es el contacto más común, casi único y pareciera que las manos
monopolizan el sentido del tacto como emisor. Mientras que los niños pueden
acariciar con todo su cuerpo.
Las caricias son
alimento que nutre nuestra vida emocional y afectiva. Escasean y parecen ir en
vía de extinción. ¿Cómo sería un nuevo mundo sin este alimento?
Dicen que 3 abrazos
diarios te previenen de enfermedades como la gripe. Y dar y recibir abrazos
frecuentemente, ayuda a reducir los niveles de colesterol. O sea que el
alimento emocional y afectivo se convierte en salud.
¿Cuántos abrazos
estas recibiendo en el día?
¿Cuántas caricias das
en un día?
¿Te imaginas quienes
seriamos si perdiéramos el contacto a través del tacto?
Ahora, imagínate:
¿Cómo sería si permitieras que toda tu piel sienta…? ¿Cómo sería si permitieras
que el contacto, con la sensibilidad del tacto, sea una realidad en tu vida?
¿Cuándo abres tus brazos, estás abriendo tu corazón?
Fuente: Blog de CMR
– Cellular Memory Release