Algunas
investigaciones acerca de la memoria celular
Aunque la comprensión del ser
humano que la ciencia moderna tiene actualmente es aún muy primaria, se está
poniendo cada vez más en evidencia que la química de las emociones son un
factor clave en cualquier intervención terapéutica, si esperamos tener resultados
a largo plazo o permanentes.
Todas las memorias están
grabadas en el nivel celular y, por consiguiente, cualquier método que altere
de manera beneficiosa los patrones de memoria destructivos deben ser evaluados
cuidadosamente al tratar problemas derivados del estrés ocasionado por traumas
u otras condiciones psicosomáticas o psicológicas. Thomas R. McClaskey, D.C., C.H.T., B.C.E.T.S. 1998 The American Academy
of Experts in Traumatic Stress, Inc.
En su libro Molecules of
emotion: Why you feel the way you feel (Moléculas de la emoción: ¿por qué te
sientes así?), la doctora Candace Pert, profesora del departamento de
Fisiología y Biofísica de la Universidad de Georgetown, postula que: “la mente no está sólo en el cerebro, sino
que existe en todo el cuerpo”.
Pert es una experta en la
farmacología de los péptidos, dice: “La mente y el cuerpo se comunican a través
de unos químicos llamados péptidos. Estos péptidos se encuentran tanto en el
cerebro como en el estómago, en los músculos y en todos los órganos más
importantes. Yo creo que se puede acceder a la memoria en toda la red creada
por los péptidos y por los receptores; por ejemplo, una memoria asociada a la
alimentación unida al páncreas o al hígado, y esas asociaciones pueden ser
transplantadas de una persona a otra. Las memorias no sólo son almacenadas en
el cerebro sino también en l a red psicosomática que se extiende por todo el
cuerpo, a lo largo de las conexiones entre los órganos hasta la superficie de
nuestra piel.”
Al descubrir los neuropéptidos
en todos los tejidos del cuerpo, Pert sugiere que tanto los pensamientos como
las memorias pueden permanecer inconscientes o pueden hacerse conscientes a
través de receptores celulares, lo que abre la posibilidad de conexiones
psicológicas entre las memorias, los órganos y la mente.

Por su parte, Paul Pearsall,
MD, un psico-neuroimmunologista autor del libro The Heart’s Code (El código del
corazón), ha investigado durante varios años la transferencia de memorias a
través de órganos transplantados. Luego de entrevistar a más de 150 personas
receptoras de corazones y otros órganos, Pearsall expone la idea de que las
células de los tejidos vivos recuerdan.
Gary Schwartz, PhD, y Linda
Russek, PhD, son coautores del libro The living energy universe (La energía
viviente del universo) y científicos que trabajan en la Universidad de Arizona.
Ellos proponen la hipótesis de que “todos
los sistemas corporales almacenan energía de manera dinámica…y que esta
información conforma un sistema que continúa vivo y evolucionando aun después
de que la estructura física se haya destruido.” Schwartz y Russek creen que
es así como la información del donante puede hacerse presente de manera
consciente o inconsciente en el receptor de órganos o tejidos.
También Bruce Lipton, científico
e investigador norteamericano, creador de la “Epigenética”, dice en su libro
The biology of belief (Biología de las creencias): “Ya no podemos permitirnos más el ignorar la milagrosa sabiduría
natural del cuerpo humano. En este instante, en él hay billones de células
embriónicas indiferenciadas diseñadas para reparar o reemplazar tejidos y
órganos dañados. Sin embargo, la actividad y destino de estas células
regenerativas están epigenéticamente controladas. Eso quiere decir que están
siendo profundamente influenciadas por nuestros pensamientos y percepciones del
entorno. Así, por ejemplo, nuestras creencias acerca de la vejez pueden
interferir o mejorar la función de nuestras células indiferenciadas, causando
la regeneración o declinación de nuestra fisiología.”
En otra parte de su libro
Lipton aclara: “De la misma manera en
que el aparato de televisión capta las ondas transmitidas a través del aire,
así también los receptores celulares captan la información de nuestro entorno
exterior formando así lo que llamamos nuestra individualidad personal. Esta
información tiene la forma de radiación electromagnética y es recibida y
apropiada por nosotros de la misma manera en que bajamos información de la
internet y la guardamos en archivos en nuestras computadoras. Y en la misma
forma en que sólo bajamos cierta información de la web y no toda, así también
nosotros “bajamos” una banda acotada de toda la información guardada en el
espectro electromagnético universal.”
Fuente:
CMR- Luis Diaz www.cellularmemory.org
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