CUANDO TÚ CAMBIAS....
EL MUNDO CAMBIA ANTE TU MIRADA
PROCESO CMR
· . ¿Quieres un cambio en tu vida y no sabes por dónde empezar?
- ¿Te pasa que a pesar de haber hecho terapias, cursos, etc., te sientes estancado?
-¿Sientes que las situaciones te superan?
- ¿Te sientes cansado, estresado, sobrecargado, y no sabes cómo gestionar tus emociones?
- ¿Estás cansado de no poder ser tú mismo, de no saber poner límites?
- ¿Sientes que no te entienden, que no te valoran? Tus relaciones son conflictivas?
- ¿Tus miedos te limitan/paralizan a la hora de concretar tus proyectos?
Puedo ayudarte
TE ACOMPAÑO A LIBERAR TUS LIMITACIONES MEDIANTE HERRAMIENTAS SENCILLAS Y EFECTIVAS, PARA QUE PUEDAS VIVIR PLENAMENTE
domingo, 26 de marzo de 2017
sábado, 4 de marzo de 2017
Enfermedad y Transformación Consciente

Cuando la oruga ha
comido lo suficiente, busca un lugar seguro, teje un capullo y se encierra en
él. Luego muda su piel externa y segrega una cubierta más fuerte y gruesa,
permanece en este estado de crisálida sin comer, sin excretar, sin moverse, y
en ese capullo ocurre un proceso de transformación por el cual muere la mayor
parte del cuerpo viejo de la oruga.
Se liberan unas enzimas que digieren el
tejido de la oruga, o sea que se digiere a sí misma, pero no todo el tejido es
destruido, quedan algunos grupos de células que hasta ese momento estaban
“dormidas” y que ahora comienzan a crecer de nuevo supervisando la construcción
del nuevo cuerpo con los jugos digestivos del viejo cuerpo de la larva. Unas
células serán el ala, otras formarán las patas, antenas, y demás órganos de la
mariposa adulta.
Emergerá una criatura nueva, que ya no tendrá que arrastrarse
para comer, ahora la mariposa con sus hermosas alas puede experimentar la vida
de una manera que la oruga “nunca hubiera podido imaginar”, y todo gracias a la
muerte de la criatura anterior.
Esto podemos
compararlo a la vida misma, refleja hasta qué punto la vida es un proceso de
transformación en el que todos los acontecimientos fluyen de forma permanente y
de cómo cada cosa que nos sucede tiene un significado, un porqué, aunque no
logremos verlo.
Esto lo confirma
nuestro propio cuerpo, en el que cada cierto tiempo se regeneran sus células
hasta el punto de que cada siete años todo el organismo es prácticamente nuevo.
Vemos como cambian con los años nuestro carácter, nuestras formas de pensar o
nuestras actitudes.
Pero hay un aspecto
que nos cuesta mucho más modificar: las creencias. Y es que por lo general, las
creencias están tan profundamente
arraigadas en nosotros, que cuando alguien
las pone en entredicho, se produce casi siempre una fuerte resistencia. Esta
resistencia es una de las mayores dificultades del ser humano para crecer
interiormente.

Y es que no somos
conscientes de la tremenda programación a la que hemos sido sometidos desde que
nacimos, primero por nuestros padres y familiares cercanos, luego por los
maestros en la escuela, el ambiente y la sociedad en la que hemos vivido. De
tal manera que las respuestas que damos ahora, como seres adultos, están
condicionadas por todo esa carga de creencias impuestas.
Estas creencias están
tan arraigadas, que condicionan nuestra visión de las cosas, nuestros gustos,
nuestras percepciones emocionales y psicológicas, y, en suma, nuestra
personalidad. Sin embargo, es sólo confrontando nuestras creencias con otras,
replanteándonos lo que siempre hemos creído, como podemos avanzar, como podemos
percibir otras realidades, como podemos evolucionar y crecer como personas.
Única forma de poder realizar una transformación consciente. Esta transformación
supone poder elegir en todos los ámbitos, por nosotros mismos, saliéndonos del
condicionamiento, de las creencias.
Y ahí encontramos la
mayor dificultad, porque "creer" es asumir como ciertas las
informaciones recibidas por distintas vías sobre un tema para, inmediatamente,
convertirse en verdades, sin cuestionarlas.
Con lo cual, las
creencias, en general, están exentas de lógica y suelen asentarse en el
inconsciente colectivo hasta que son sustituidas por otras con mayor carga
racional. De manera que conforman una especie de programas o esquemas mentales
a través de las cuales discurren nuestros pensamientos y vemos la realidad.
Por eso cuando cambiamos el esquema mental, es decir, cuando modificamos "los programas", cambia inmediatamente la realidad de la persona. Algo de mucha importancia en el ámbito de la salud. Porque hoy se sabe que si en vez de creer que sufrimos procesos degenerativos, creemos que nuestro cuerpo se renueva a cada instante, que hay una inteligencia innata que se ocupa de mantener la vida, que nuestras células llevan impresa la orden de supervivencia, estaremos dando a nuestro cuerpo un mensaje de equilibrio y salud.
Y, sobre todo, no habrá en nuestro interior miedo, la emoción más nociva de todas porque influye en esa orden de supervivencia inscrita a nivel genético.
Por eso cuando cambiamos el esquema mental, es decir, cuando modificamos "los programas", cambia inmediatamente la realidad de la persona. Algo de mucha importancia en el ámbito de la salud. Porque hoy se sabe que si en vez de creer que sufrimos procesos degenerativos, creemos que nuestro cuerpo se renueva a cada instante, que hay una inteligencia innata que se ocupa de mantener la vida, que nuestras células llevan impresa la orden de supervivencia, estaremos dando a nuestro cuerpo un mensaje de equilibrio y salud.
Y, sobre todo, no habrá en nuestro interior miedo, la emoción más nociva de todas porque influye en esa orden de supervivencia inscrita a nivel genético.
De ahí que ser
conscientes de nuestros procesos físicos, emocionales y mentales redunde de
inmediato en una mejoría de la salud. Así lo demostraron, entre otros, los
experimentos de laboratorio realizados por el Dr. Deepak Chopra en la Facultad
de Medicina de la Universidad de Boston y en la Asociación de Medicina
Ayurvédica de Lancaster, Massachusetts, según los cuales todas las funciones
supuestamente involuntarias -regidas por el inconsciente- del cuerpo, como el
latido del corazón, la respiración, la digestión, la temperatura corporal, las
secreciones hormonales, etc., pueden ser también reguladas conscientemente
mediante la biorrealimentación, un proceso de toma de consciencia muy sencillo
basado en técnicas de meditación.

Algo comprensible si
tenemos en cuenta que si la energía mental coordina el orden electromagnético
de la energía vital y ésta a su vez mantiene el orden a nivel celular, cuanta
más coherencia haya en la emisión de pensamientos mayor será el aporte
energético que recibirá nuestro cuerpo físico, lo cual beneficiará mucho
nuestra salud.
Por el contrario, la
inconsciencia puede provocar un caos o desorden energético que a la larga
terminará produciendo deterioros corporales. En cambio, una vida de
participación consciente los previene. Es decir, si prestamos atención a los
procesos corporales en lugar de dejar que funcionen de forma automática se
producirá en ellos una mejora sustancial.
Mediante ejercicios
de respiración consciente comienzan a los pocos minutos a sincronizarse las
ondas cerebrales, se aquieta el ritmo cardiaco y se equilibra la presión
arterial.
Por otra parte,
sabemos que nuestros sistemas más importantes son el endocrino, el inmunológico
y el nervioso ya que son los principales controladores de nuestro cuerpo. Pues
bien, las células inmunitarias y las glándulas endocrinas tienen los mismos
receptores de señales cerebrales que las neuronas; es decir, son como una
prolongación de nuestro cerebro que circula por todo el cuerpo.
Lo que ha llevado a los científicos a plantearse que la consciencia ha de existir en realidad en todas las células de nuestro organismo. De hecho, está comprobado que los estados de aflicción mental se convierten en procesos bioquímicos que crean enfermedades pero también es verdad que un estado de felicidad, alegría, ilusión u optimismo es capaz de producir automáticamente las sustancias necesarias naturales para contrarrestar la enfermedad.
Lo que ha llevado a los científicos a plantearse que la consciencia ha de existir en realidad en todas las células de nuestro organismo. De hecho, está comprobado que los estados de aflicción mental se convierten en procesos bioquímicos que crean enfermedades pero también es verdad que un estado de felicidad, alegría, ilusión u optimismo es capaz de producir automáticamente las sustancias necesarias naturales para contrarrestar la enfermedad.
A fin de cuentas, la
entropía -es decir, la tendencia que tienen los sistemas complejos a
desorganizarse- sólo tiene lugar -en lo que al ser humano se refiere al menos-
en el mundo físico. No ocurre así en el plano mental -no hablamos del cerebro,
que es un órgano físico- ya que está en un nivel vibratorio superior y no sigue
esa tendencia. De ahí que pueda volver a poner en orden el caos
electromagnético que produce toda enfermedad.

Ampliando nuestra
conciencia
Es preciso entender
que el aprendizaje del ser humano no se completa en una determinada etapa sino
que es algo consustancial y no termina nunca.
En consecuencia, sólo estamos limitados por nuestro grado de
consciencia, lo que implica que en la medida en que ampliemos ésta se ampliarán
también nuestros propios límites.
Y es que es el
desconocimiento de nosotros mismos lo que nos hace víctimas de la enfermedad,
del envejecimiento y de la muerte. Por eso es tan importante revisar de manera
constante todas las creencias que hemos ido acumulando a lo largo de la vida ya
que a lo mejor descubrimos que pueden ser sustituidas por otras más acordes con
nosotros, con la vida y con la realidad. Algo a lo que podemos acceder hoy
merced a los nuevos descubrimientos de la ciencia en todos los ámbitos.
Sabemos que nuestra
mente es un arma de doble filo y que tanto puede destruirnos como curarnos.
Sólo depende de cómo adiestremos o condicionemos nuestros pensamientos para
crear patrones mentales destructivos o constructivos. Además, de la actitud con
la que afrontemos nuestros problemas de salud dependerá que ello redunde en un beneficio
para nuestro crecimiento como seres en evolución o que la experiencia se limite
a formar parte del sufrimiento de la inconsciencia.
miércoles, 1 de marzo de 2017
Abrazar lo que Es
Abrazar, amar
y honrar nuestra vida sólo significa estar presentes y sentir con toda nuestra
conciencia cualquier sentimiento que experimentemos en un determinado instante.
Estar presente
no significa detener la mente, sino observarla y, desde ese lugar de
contemplación y presencia, abrazar nuestra vida tal cual es y hacernos sus
aliados, no sus adversarios.
La vida está
siendo creada momento a momento y está siendo apoyada por el universo en su
totalidad. No podría ser de otra manera.
Las ideas de
lo que debería ser nuestra vida surgen de esa identidad artificial que llamamos
auto-imagen, que utiliza a nuestra mente para generar una nueva fantasía tras otra,
que son los obstáculos para abrazar lo que realmente está pasando.
Aliarse al
universo, del que indudablemente somos parte, y fluir en la incesante creación
de aquello que llamamos nuestra vida constituye un acto poderoso y
profundamente sabio.
Cuando nuestro
centro de gravedad energético está
alineado con el flujo de la vida, podemos sentir amor, poder y libertad. Y
somos entonces como una gota de agua que celebra ser parte del océano.
Podemos vivir
nuestra vida a gran velocidad, saltando de experiencia en experiencia. Pero
¿qué pasaría si nos detuviéramos a vivir las experiencias, sintiéndolas a fondo
y honrando cada cosa que nos sucede? ¿Qué pasaría si, en vez de gastar energía
tratando de realizar nuestros planes, predicciones o grandes ideas, aceptáramos
que, en realidad, esos planes y esas ideas son parte del mismo universo que se
re-crea a través de nosotros?
Si pudiéramos
aceptar esto como un hecho, nos invadiría una gran tranquilidad, porque nos
daríamos cuenta de que lo que tenga que ser será, y lo que deba ser hecho se
hará, a través de nosotros.
A través de
generaciones, en virtud del proceso de programación y de condicionamiento
individual, hemos aprendido a creer que, si nosotros no hacemos que suceda algo,
ese algo no va a suceder. Pienso que eso es como regar el jardín cuando llueve.
La actitud
interna de fluir con la vida requiere un gran poder creativo. Aliarse a los
movimientos del universo tal como se manifiesta en lo que llamamos nuestra vida
implica permitir que ocurran poderosos cambios, cambios que ya están ahí,
esperando que se les permita ocurrir, de acuerdo con otro plan que puede no ser
comprendido por nuestra mente condicionada.
En su libro
The Power of Now, ‘El poder del ahora’, Eckhart Tolle recomienda qué hacer
cuando en nuestra vida sucede algo que nos molesta o incomoda. Sostiene que, cuando
estamos en paz con nosotros mismos, fluyendo con la vida, siempre tenemos tres
opciones que podemos ejercer que no implican sufrimiento. Sin embargo, lo más habitual
es que elijamos una cuarta y es, precisamente, sufrir.
Esas tres
opciones son:
1. Cambiar lo
que no me gusta o pedir por lo que quiero, estando dispuesto a recibir un “no”
y a negociar si es necesario. Significa, pues, usar todos los medios posibles
para cambiar la situación. Si tengo frío, me abrigo. Si tengo hambre, como. Si
no tengo comida, la busco o la pido. Si estoy enfermo, busco la manera de
mejorarme, etcétera. Si se trata de algo que me molesta en una relación con
alguien, utilizo comunicación consciente, es decir que hablo de manera honesta,
expresando cómo me siento y cuáles son mis necesidades. Hago todos los requerimientos
necesarios, sabiendo que me pueden decir no a todo lo que pido, pero también
que me pueden decir sí.
Implemento
todos los cambios necesarios, en el convencimiento de que, si son posibles,
significa que el universo los está apoyando. En otras palabras, el universo
está creando los cambios a través de mí.
Ahora bien, si
hago todo lo posible y aun así me es imposible cambiar la situación, entonces
tengo dos opciones más, siempre estando en paz conmigo mismo…
2. Aceptar
total y profundamente lo que está sucediendo y estar en paz con ello, sin
culpar a nadie ni quejarme de nada. Esto no es resignarse ni tolerar, ni
capitular, lo que implicaría generar contracciones emocionales de tristeza,
resentimiento, culpa o miedo. Cuando aceptamos la vida y nos aliamos a ella,
encontramos la manera de disfrutarla tal como es.
Aceptar, ceder
y entregarse después de haber tratado de hacer todos los cambios posibles –o
incluso mientras aún los estamos intentando– nos provee de muchísima energía y
nos hace más creativos.
En virtud de
la ley de atracción, atraemos a nuestra vida energías similares a la nuestra.
Esta actitud puede brindar muchísima paz interna y fuerza en casos de
enfermedades crónicas o terminales, discapacidades físicas sin remedio, la
muerte de un ser cercano, tragedias o accidentes. Además, aumenta las
posibilidades de nuestro cuerpo de curarse a sí mismo, puesto que no estará gastando
fuerza vital en dolor imaginario.
Incontables
son los ejemplos de personas que han mejorado de manera sorprendente su calidad
de vida, simplemente al encontrar paz interior y al haberse aliado a la vida,
en lugar de resistirla.
Pero, aun si
no puedo cambiar lo que no me gusta y me es imposible aceptar. Alejarme de la
situación es la tercera opción que puedo tomar experimentando paz interna.
Lo importante
es tener claro que no vamos a negociar nuestro estado de paz interior a ningún
precio. Sin embargo, hacerlo no es tan fácil como decirlo.
El obstáculo
principal estamos programados para ser víctimas, para quejarnos y sufrir, y
ésta es la cuarta opción, la que casi siempre elegimos.
Lo vemos todo
el tiempo y lo hemos visto mientras crecíamos. Vimos a nuestras familias, a
nuestros maestros y a muchos otros sufrir y no disfrutar de sus vidas, y nos convencimos
de que eso es natural y normal. “La vida es sufrimiento”, dicen, y todos
estamos de acuerdo, lo creemos y lo transformamos en una verdad.
Sólo puede ser
natural y normal en tanto y en cuanto seamos inconscientes de quiénes somos y
de qué somos en verdad. Cuando creemos que somos lo que no somos, vivimos la
vida desde la mentira. Y, cuando nos
mentimos, la consecuencia natural es el sufrimiento.
Cuando
ignoramos que podemos elegir y ejecutamos siempre la misma opción, la de ser
víctimas, es casi imposible vivir en paz con nosotros mismos. En otras
palabras, sin saberlo estamos eligiendo quejarnos y estar ansiosos o preocupados.
Estamos optando por juntar resentimiento, por acusar y culpar a los demás,
optando por mentir y es esconder, y usando muchas otras estrategias para no
tomar responsabilidad por nuestras vidas.
EJERCICIO
Área:...........................................................................
1.¿Hay algo
que puedo cambiar al respecto? Sí No
2. Puedo cambiar..............................................................
3. ¿Estoy
dispuesto a hacer el cambio? Sí No
4. ¿Puedo
aceptarlo? Sí No
5. ¿Estoy
dispuesto a aceptarlo? Sí No
6. ¿Elijo
removerme de esa situación? Sí No
7. ¿Estoy
dispuesto a hacerlo? Sí No
Una
sugerencia: hazlo primero con algo fácil
CMR (Liberacion de la memoria Celular)
domingo, 12 de febrero de 2017
Beneficios del Programa de Liberación de la Memoria Celular
- Aprender a escuchar el mensaje de las emociones, superando la ansiedad, el miedo, la depresión, la agresividad…
- Sanar tus patrones tóxicos, tus creencias limitantes, los bloqueos de la niñez que afectan tu vida actual. Te harás de herramientas sencillas y prácticas para aplicar en tu vida cotidiana.
- Aprender a descubrir y a satisfacer tus necesidades saludablemente.
- Sentirte más tranquilo, seguro de tí mismo, con más confianza en tus recursos internos, más claro y creativo para poder poner en acción tus proyectos.
- Mejorar tus relaciones en general (familiares, pareja, amigos, conocidos…), aprendes a poner límites sanos, sintiéndote más feliz.
- Comprobar que las crisis son verdaderas oportunidades de cambio interior, haciéndote responsable de tí mismo, sin culpar al entorno por lo que te ocurre.
- Aprender a aceptar lo que te está pasando, y desde ahí, poder cambiar, viviendo más relajado, sintiéndote mejor ser humano.
- Sentirte más integrado en cuerpo, mente y espíritu, y entender la vida como un proceso de aprendizaje.
- Conectar con tu sentido de vida.
ESTE PROGRAMA ES PARA:
- Para quien necesite tener claridad acerca de hacia dónde se dirige en su vida
- Para quien esté dispuesto a salirse de programas tóxicos, creencias limitantes, que le impiden vivir la vida que anhela
- Para quien quiera comprobar que las crisis son grandes oportunidades de cambio.
- Para quien quiera aprender a gestionar sanamente sus emociones, disfrutando de relaciones sanas y conscientes
- Para quien quiera atravesar los miedos que le impiden conseguir sus metas
- Para quien este cansado de vivir siempre las mismas situaciones de vida, quiera salirse del sufrimiento, y ser protagonista de su vida
- Para quien confíe que el cambio verdadero es en su interior, y quiera conectar con sus propios recursos internos
- Para quien busque una integración cuerpo/mente/espíritu, desarrollando la inteligencia emocional
Este Programa es:
para personas que quieran tomar Plena Responsabilidad de sus vidas,
que estén cansadas de quejarse, y quieran hacer un cambio,
que quieran encontrar herramientas y las pongan en práctica,
que quieran salirse del lugar de “víctimas”,
para ser “Protagonistas” de sus vidas.
ESTE PROGRAMA NO ES PARA:
- Para quien dice no tener tiempo para sí mismo o que están siempre ocupados
- Para quien piense que el entorno, la pareja, la “otra persona” es responsable de lo que le pasa, sin poder hacer nada al respecto
- Para quien espera que un “experto” le diga lo que tiene que hacer
- Para quienes buscan soluciones “mágicas” a su situación
- Para quien no esté dispuesto a atravesar los miedos que lo limitan
- Para quien aún esté enganchado en la crítica, la culpa y la queja, y no se plantee que puede salirse de ahí
- Para quienes necesiten que sean “los demás, las situaciones…” las que cambien, para ellos poder ser felices
- Para quienes solo tengan curiosidad acerca del tema
- Para quienes no estén dispuestos a mirar lo que sucede dentro de si
Juana Ma. Martínez Camacho
Terapeuta Transpersonal
Especialista en Bioneuroemoción
Facilitadora Internacional de CMR
(Liberación de la Memoria Celular)
Terapeuta Transpersonal
Especialista en Bioneuroemoción
Facilitadora Internacional de CMR
(Liberación de la Memoria Celular)
juani593@hotmail.com
653-936-074
lunes, 7 de noviembre de 2016
sábado, 5 de noviembre de 2016
Cuando el cuerpo nos habla
Cuando el cuerpo nos habla a través de un malestar o una enfermedad cualquiera, lo hace para ayudarnos a tomar conciencia de una forma de pensar que no es beneficiosa para nosotros.
Esta forma de pensar, aunque de un modo inconsciente, perjudica a todo nuestro ser y entonces aparece el malestar para decirnos que ha llegado el momento de cambiar esa manera de pensar, esas creencias que no nos benefician. Nos dice que estamos llegando a nuestros límites físicos, emocionales y mentales.
Un cuerpo enfermo lo que busca es restablecer su equilibrio, porque el estado natural del cuerpo es la salud.
La enfermedad es un “regalo” para hacernos más conscientes, para que podamos lograr el equilibrio interno.
¿Qué es el ego?
(mascara, personalidad, coraza, son otros nombres para designarlo).
El ego es la totalidad de tus recuerdos que, habiendo adquirido demasiada importancia con el paso de los años, terminan por volverse lo suficientemente poderosos como para invadir tu individualidad (se trata de un programa, que una vez grabado en el inconsciente, funciona automáticamente, mientras no seamos conscientes de él).
La forma en la que en su momento percibiste un acontecimiento fue registrada en tu memoria. Debido a que este suceso fue especialmente o feliz o difícil de vivir, decidiste que era necesario no olvidarlo. De este recuerdo sacaste una conclusión, que se convirtió en una creencia que busca evitarte un sufrimiento si el acontecimiento fue desafortunado, o repetirlo si el suceso fue motivo de dicha, todo esto es inconsciente.
Es importante que seas consciente de que cuando creíste en algo fue porque estabas convencido de que esa creencia te ayudaría a ser más feliz.
Desafortunadamente, la gran mayoría de las creencias acumuladas desde tu infancia ya no te son útiles. Algunas pudieron haberlo sido, pero la mayoría ya no lo son.
El ego está constituido por cientos de creencias de las cuales debemos ser conscientes, o de lo contrario nos impedirán vivir una vida plena, donde podamos manifestar nuestra verdadera Esencia.
Esta es la razón principal de todos nuestros malestares y enfermedades: el enorme poder que le damos a nuestro ego, nuestro sistema de creencias, que mueven emociones y afectan bioquímicamente todo el organismo.
De hecho, cuando dejamos que dirija nuestra vida, y dejamos que esto nos impida ser lo que somos realmente, bloqueamos la parte física del cuerpo que sería necesaria para manifestar o realizar nuestros deseos.
Es importante que aprendas a estar atento, consciente de cuando tu malestar o tu enfermedad te parezcan solamente "físicos". Es muy tentador creer que la causa es solamente física.
No podemos separar disociar los cuerpos físico, emocional y mental, ya las investigaciones científicas nos hablan lo que ya se sabía hace muchos años, la interacción entre cuerpo físico, emociones, creencias… solo ver algunos de los aportes de la psiconeuroendocrinmunologia, para poder comprender este funcionamiento integrado, y darnos cuenta que podemos hacer algo al respecto.
Solemos atribuirle la razón de las enfermedades a algo externo, un accidente, una indigestión, un virus, la genética, etc..
Las causas más comunes de la enfermedad son las actitudes y las emociones negativas, la culpabilidad, la búsqueda de atención y la utilización de la enfermedad para evitar una situación desagradable o para huir de ella.
También hay personas que se dejan influir fácilmente y sufren a menudo enfermedades causadas por las creencias populares, como por ejemplo que "una corriente de aire ocasiona un catarro". Estas personas atrapan fácilmente las enfermedades llamadas contagiosas.
En resumen: todo malestar te dice que te
ames.
Al amarnos dejamos que sea nuestro corazón quien dirija nuestra vida, no nuestro ego. Amarnos significa concedernos el derecho de vivir nuestras experiencias, y amar a los demás es concederles el derecho de vivir sus propias experiencias.
Esto significa darte el derecho de ser humano, con tus miedos, tus creencias, tus límites, tus fuerzas, tus debilidades, tus deseos y tus aspiraciones; en fin, darte el derecho de ser como eres ahora.
Y todo esto se debe hacer sin juicios morales de bueno o malo, correcto o incorrecto, viviéndolo solamente como una experiencia, con el conocimiento de que siempre habrá consecuencias, agradables o no, resultantes de las decisiones tomadas.
Cuando descubres la actitud mental que te bloquea hasta el punto de crearte un problema físico, debes pasar rápidamente a la etapa de la aceptación incondicional de lo que eres, antes de que tenga lugar en ti alguna transformación mental.
Tu cuerpo físico se adaptará con gusto a esta transformación.
Recuerda que él es sólo un reflejo de lo que sucede en tu interior.
No basta con comprender o aceptar una situación exterior o aceptar a otra persona. Lo más importante es la aceptación de uno mismo, es decir...perdonarnos.
El hecho de que tú mismo encuentres la causa de tu malestar no quiere decir que no consultes al médico. Debes buscar ayuda física mientras realizas tu búsqueda interior en los niveles emocional, mental y espiritual.
PARA PRECISAR MEJOR LA CAUSA DE TU PROBLEMA FÍSICO, HAZTE LAS SIGUIENTES PREGUNTAS: (adaptación de Lisa Borbeaut)
BLOQUEO FÍSICO:
"¿Qué adjetivos pueden describir mejor lo que siento en mi cuerpo?".
Tu respuesta representará lo que sientes ante la persona o la situación que ha desencadenado el malestar.
BLOQUEO EMOCIONAL:
"¿Qué me impide realizar esta enfermedad?".
Tus respuestas a esta pregunta representan al deseo o los deseos bloqueados.
"¿A qué me obliga esta enfermedad?".
Retoma esta respuesta (o respuestas) y agrega la palabra "no" al principio de cada uno de ellas. Estas frases representan tus deseos bloqueados.
BLOQUEO ESPIRITUAL:
"Si me permitiera estos deseos, ¿qué sería?" (Utiliza los deseos encontrados en la etapa anterior).
La respuesta a esta pregunta corresponde a una necesidad profunda de tu ser (algún valor, como libertad, armonía, plenitud, etc.), bloqueada por alguna carencia.
BLOQUEO MENTAL:
"Si en mi vida me permitiera ser... (Repite la respuesta de la pregunta anterior), ¿qué podría sucederme de desagradable o de no aceptable?".
La respuesta a esta pregunta corresponde a la creencia no benéfica que bloquea tus deseos y te impide realizar tu necesidad, creando así el problema físico.
Cuando conoces la creencia no benéfica o la manera de pensar que te impide ser lo que quieres, lo primero que has hacer para transformarte es:
- Permitirte haber tenido la necesidad de creerla, estableciendo contacto con el niño que habita en ti y que la creyó después de haber experimentado un sufrimiento.
- Después, pregúntate si todavía la necesitas realmente para ser feliz.
- Si la respuesta es afirmativa, ello es señal de que todavía te es útil. Tú eres quien gobierna tu vida, de modo que puedes seguir creyendo en ella, pero debes saber que, al actuar así, obtendrás los mismos resultados que han obtenido hasta ahora. No esperes ningún cambio.
- Si estás convencido de que esta creencia todavía es cierta pero que el hecho de creerla no te hace feliz, verifica en tu interior si estás tan convencido de su veracidad como hace algunos años. Es muy probable que ahora lo creas mucho menos. Por lo tanto, estás en vías de sanar.
- Cuando en lo más profundo de ti sabes que no quieres seguir creyendo la misma cosa, no te queda más que realizar las acciones necesarias para manifestar tus deseos a fin de permitirte ser lo que quieres ser.
La curación sólo puede realizarse en el momento en el que uno se perdona.
Esta etapa tiene el poder de transformar no sólo nuestro amor hacia nosotros mismos, sino también el corazón y la sangre en nuestro cuerpo físico. Esta sangre nueva, reenergetizada por el influjo de este amor reencontrado, es como un bálsamo que circula por todo el cuerpo:
a su paso transforma y rearmoniza las células.
Aun cuando intelectualmente te resulte difícil creerlo, ¿qué puedes perder con probar?
www.centroelim.org
miércoles, 26 de octubre de 2016
Programa de Cambio de Creencias y Educación de las Emociones (40 dias)
VIAJE DE ATENCIÓN Y CONSCIENCIA AL INTERIOR DE UNO MISMO
Hoy en día, no podemos decir que la felicidad está sólo en tener alimento, un techo, cubrir las necesidades básicas. Todo ello es necesario, pero, observamos que nuestra infelicidad se debe más a estados internos de miedos, soledad, celos, culpa, pérdidas, baja autoestima y otros patrones emocionales que, por no ser conscientes de ellos, nos producen malestar.
Podemos decir que, la felicidad, tiene más que ver con encontrarle un sentido a nuestra vida, con saber que estamos en el lugar que corresponde, que nuestra vida tiene un propósito.
QUÉ LOGRAS CON ESTE PROCESO?
· ampliar la mente y tornarla más positiva, saludable y feliz
· reorientar aspectos emocionales
· integrar aspectos materiales y espirituales.
· descubrir y transformar las creencias que te gobiernan desde tu subconsciente, que hacen que actúes de manera mecánica y reactiva
· aprender a funcionar de manera más saludable para ti y tus relaciones.
· favorecer un cambio en tu vida más acorde a tu valores profundos
· descubrir como tu interpretación de los hechos, te limita y muchas veces te hace sufrir
· comprender la adversidad como oportunidad de crecimiento interior
· aprender a relacionarte de manera sana y consciente
Durante el proceso, cada mañana y cada noche, sigues "un mapa", te tomas un espacio para “recrear” tu propia vida, en el aspecto físico, emocional, mental y espiritual.
El Programa te proporciona la motivación y el método para que el proceso de tu vida se haga consciente, al igual que los logros en las distintas áreas de tu vida.
Trabajas desde la comodidad de tu casa, el material se te envía a tu domicilio.
El Programa consta de 4 tutorias por skype o teléfono, como acompañamiento de tu proceso.
Este Programa es muy efectivo, requiere de compromiso interior y te dará herramientas para toda tu vida
¿A QUIÉN VA DIRIGIDO ESTE PROGRAMA?
· A toda persona que sienta que llegó el momento de experimentar un cambio interno, que va a tener repercusión en el mundo exterior.
· A quien sienta que necesita transformarse y que para ello precisa empuje y motivación para dar un salto y posibilitar la creación de sí mismo y su destino.
Este programa, sintetiza las fórmulas más eficaces y humanistas de cambio y crecimiento personal en el que se pone en marcha una expansión continua, ilimitada e irreversible.
El proceso trabaja en la integración de los aspectos materiales y espirituales, por lo que hay recursos para activar la construcción de un "ego sano", y también principios y valores de conexión con el ser profundo, y la consiguiente expansión de consciencia.
Para más información al telf. 653-936-074
Juana María Martínez Camacho
Terapeuta Transpersonal
Escuela Española de Desarrollo Transpersonal
www.centroelim.org
Suscribirse a:
Entradas (Atom)