CUANDO TÚ CAMBIAS....
EL MUNDO CAMBIA ANTE TU MIRADA

PROCESO CMR

· . ¿Quieres un cambio en tu vida y no sabes por dónde empezar?

- ¿Te pasa que a pesar de haber hecho terapias, cursos, etc., te sientes estancado?

-¿Sientes que las situaciones te superan?

- ¿Te sientes cansado, estresado, sobrecargado, y no sabes cómo gestionar tus emociones?

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domingo, 18 de marzo de 2018

El sistema de creencias afecta nuestra biología - nuestra salud


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Los pensamientos positivos por sí solos no logran la curación física en todos los casos.
Se necesita algo más que «pensamientos positivos» para mantener el control de tu cuerpo y de tu vida.

Es importante para tu salud y tu bienestar que cambies tu forma de pensar y te concentres en los pensamientos vitales y positivos, además de eliminar los siempre presentes y extenuantes pensamientos negativos.
Pero, el mero hecho de pensar en positivo no tiene por qué provocar un cambio en nuestras vidas.
De hecho, en ocasiones la gente que «fracasa» a la hora de tener pensamientos positivos se vuelve más débil, ya que cree que su situación es irremediable: cree que ya ha agotado todos los remedios mentales y físicos.

Hay que comprender que la parte consciente y la parte subconsciente de la mente, son independientes.
La mente subconsciente, procesa alrededor de veinte millones de estímulos por segundo (frente a los cuarenta que interpreta la mente consciente en ese mismo tiempo)
La mente consciente es la creativa, la que puede conjurar los «pensamientos positivos».

Por el contrario, El subconsciente, es uno de los procesadores de información más poderosos que se conocen, examina con detenimiento el mundo que nos rodea y las señales internas; percibe las condiciones del entorno y reacciona de forma inmediata seleccionando un comportamiento previamente (aprendido) y todo sin la ayuda, la supervisión o siquiera la conciencia de la mente consciente.
La mente subconsciente es estrictamente maquinal; repite las mismas respuestas a las señales vitales una y otra vez.

¿Cuántas veces has montado en cólera por algo tan nimio como encontrarte un tubo de pasta de dientes abierto?
Aprendiste desde niño a poner el tapón con mucho cuidado. Cuando encuentras el tubo de pasta abierto, se te «cruzan los cables» y montas en cólera de forma automática. No es más que una sencilla reacción estímulo-respuesta del programa de comportamiento almacenado en el subconsciente.

En lo que se refiere a la capacidad de procesamiento neuronal, la mente subconsciente es millones de veces más poderosa que la consciente.
Si los deseos de ésta entran en conflicto con la programación del subconsciente, ¿cuál de las dos crees que ganará?
Puedes repetir una y otra vez la afirmación positiva de que eres encantador o que tu cáncer remitirá.
Pero si de niño escuchaste una y otra vez que no sirves para nada y que estás enfermo, esos mensajes programados en el subconsciente socavarán tus mejores esfuerzos conscientes por cambiar tu vida.

Las conductas o comportamientos reflejos pueden ser tan simples como el hecho de estirar la pierna cuando te dan golpecitos con un martillo en la rodilla o tan complejos como conducir un coche, te metes en el coche, lo pones en marcha y revisas sin darte cuenta la lista de la compra mientras el subconsciente se encarga de activar todas las complejas habilidades necesarias para conducir sin problemas por la ciudad, sin que tengas que pensar ni una vez en cómo se conduce.
Conduces mientras mantienes una conversación con la persona que se sienta a tu lado y estás tan absorto en la charla que en algún punto de la carretera te das cuenta de que llevas cinco minutos sin prestarle atención a la conducción.
Si tú no estabas conduciendo el coche durante ese lapso de tiempo, ¿quién lo hacía? 
¡La mente subconsciente! Aunque tú no estuvieras pendiente, el subconsciente ha conducido tal y como le enseñaron a hacerlo durante las clases de conducción.

Aunque las respuestas condicionadas pueden ser particularmente complejas, son «descerebradas».
Durante el proceso de aprendizaje condicionado, las rutas neurales establecidas entre los estímulos y las respuestas se estructuran para asegurar un patrón repetitivo. Estas rutas son los «hábitos».
Los humanos y cierto número de mamíferos superiores han desarrollado una región especializada del cerebro asociada con el pensamiento, la planificación y la toma de decisiones llamada corteza prefrontal.
Esta región del cerebro es en apariencia el asiento de la mente consciente es un «órgano sensorial» de evolución reciente que observa nuestros comportamientos y emociones.

La mente consciente también tiene acceso a la mayor parte de los datos almacenados en nuestro banco de memoria a largo plazo.
Éste es un rasgo importantísimo, ya que nos permite considerar la historia de nuestra vida cuando planeamos nuestro futuro de forma consciente.
Con esta habilidad de ser autorefleja, la mente consciente puede observar y programar nuestros comportamientos, evaluados y decidir cambiar la programación de forma deliberada. Podemos decidir cómo reaccionar a la mayor parte de las señales del entorno, incluso si queremos reaccionar o no.

La capacidad de la mente consciente de obviar la programación del subconsciente, es la base del libre albedrío.
No obstante, hay que prestar mucha atención, ya que en caso contrario la programación subconsciente toma las riendas; es una tarea difícil, como puede atestiguar cualquiera que haya puesto a prueba alguna vez su fuerza de voluntad. La programación subconsciente se hace con el control en el momento en que la mente consciente se descuida.

La mente subconsciente funciona mediante el estímulo-respuesta; no existe en esa parte de la «maquinaria» “algo” que reflexione sobre los resultados a largo plazo de los programas que ponemos en marcha.
La capacidad del cerebro humano para «aprender» ideas es tan avanzada que no necesitamos una experiencia directa, podemos adquirirlas de forma indirecta a través de maestros.

Una vez que aceptamos las ideas de otros como «verdades», dichas ideas se graban en nuestro cerebro y se convierten en nuestras «verdades».
Aquí es donde surge el problema: ¿qué ocurre si las ideas de nuestros maestros no son acertadas?
En esos casos, los cerebros se llenan de ideas erróneas.

El subconsciente funciona sólo en el «ahora». En consecuencia, los conceptos erróneos de nuestro subconsciente no son «monitorizados» y suelen llevarnos a comportamientos desacertados y coartados.
Sí, los conceptos «controlan» la biología, pero, como ya hemos visto, estos conceptos pueden ser ciertos o falsos. Así pues, deberíamos ser más precisos y referimos a estas ideas como «creencias».

¡Las creencias controlan la biología!

Un ejemplo muy conocido de como una creencia afecta a nuestra biología es el efecto placebo.
Todos los estudiantes de medicina saben, que la mente puede afectar al cuerpo. Saben que algunas personas mejoran cuando creen (de forma equivocada) que están recibiendo un tratamiento médico.
Cuando los pacientes mejoran tras recibir una pastilla de azúcar, la medicina lo define como «efecto placebo», el «efecto de las creencias», es un testimonio extraordinario de la capacidad de sanación de la unión cuerpo-mente.
Cuando la mente mejora la salud mediante la sugestión positiva, se le denomina efecto placebo. Por el contrario, cuando esa misma mente está llena de pensamientos negativos que pueden deteriorar la salud, los efectos negativos producidos se conocen como «efecto nocebo».

En medicina, el efecto nocebo puede ser tan poderoso como el efecto placebo, algo que deberías tener muy en cuenta cada vez que entres en la consulta de un médico. Los médicos y terapeutas pueden enviar mensajes desesperanzadores a sus pacientes con sus palabras o sus gestos, también las creencias que pueda tener el paciente sobre el diagnostico medico que está recibiendo, pueden ser decisivas, si recibimos un diagnostico de cáncer y nuestro subconsciente tiene la programación cáncer = muerte, “ automáticamente se genera una sentencia, “me voy a morir” y esta creencia instalada en el subconsciente, va a invalidar todos los esfuerzos conscientes de sanación.

Los problemáticos casos de efecto nocebo sugieren que los Médicos, los padres, los profesores, etc., pueden robarte la esperanza haciéndote creer que no puedes hacer nada.
Tanto si crees que puedes como si crees que no puedes … tienes razón. (Henry Ford.)
Tus creencias actúan como los filtros de una cámara, cambiando la forma en la que ves el mundo. Y tu biología se adapta a esas creencias.

Cuando reconozcamos de una vez por todas que nuestras creencias son así de poderosas, estaremos en posesión de la llave a la libertad.

Tus creencias se convierten en tus pensamientos, tus pensamientos se convierten en tus palabras, tus palabras se convierten en tus actos, tus actos se convierten en tus hábitos, tus hábitos se convierten en tus valores, tus valores se convierten en tu destino.

La biología de la creencia
Bruce Lipton.




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miércoles, 14 de marzo de 2018

Frecuencias Cerebrales


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Según las neurociencias, hay cinco frecuencias de ondas cerebrales distintas, con las que funciona el cerebro: Beta, Alfa, Theta, Delta y las menos conocidas Gamma.

Cada frecuencia, medida en ciclos por segundo (Hz), tiene su propias características que representan un nivel específico de la actividad cerebral y por lo tanto un estado único de la conciencia.



TIPO DE ONDA
FRECUENCIA

SITUACIÓN MENTAL
BETA
13 a 28 Hz
Estado de alerta máxima. Vigilante, miedo, estado de vigilia (conducción, trabajo, ansiedad,...)
ALFA
7,5 a 13 Hz
Relajación, tranquilidad, meditación. Momento previo al sueño.
THETA
3,5 a 7,5 Hz
Inicio del sueño o meditación profunda.
Fantasía, imaginación, inspiración creativa.
DELTA
0,2 a 3,5 Hz
Sueño profundo, trance hipnótico. Fase REM del sueño.


Algunos autores varían un poco los ciclos.




NIVEL BETA (estado de vigilia)


Son oscilaciones electromagnéticas en el rango más alto de frecuencia 13 a 28 Hz Ciclos por segundo, que se detectan en el cerebro humano a través de un electroencefalograma. Son rápidas, frecuentes y se está despierto, y dan testimonio de nuestra actividad mental cuando tenemos los ojos abiertos y observamos el exterior y de los pensamientos que pasan por la mente. Se asocian con la conciencia normal de vigilia y un mayor estado de alerta, la lógica y el razonamiento crítico. Están presentes en las actividades diarias, cuestionamos, razonamos, corremos, brincamos, realizamos procesos matemáticos, reímos, lloramos, estamos distraídos, etc. (Estado normal de una persona).

Cuando estamos agitados por pensamientos compulsivos, se dice que estamos en estado de “hiperactividad”, este estado no es bueno para nuestra salud.


Por el contrario cuando el cerebro opera a gran velocidad pero con lucidez, estamos en presencia de ondas cerebrales beta que son buenas para la salud, que testimonian lucidez, estados de intuición pura…



NIVEL ALFA (trance ligero)

Son oscilaciones electromagnéticas en el rango de frecuencias de 7,5 a 13 Hz que surgen de la actividad eléctrica sincrónica y coherente de las células cerebrales de la corteza del tálamo también se las llama ondas de “Berger” en honor al primer investigador que aplicó la electroencefalografía a seres humanos.


Se detectan usando el encefalograma o el magnetoencefalograma, y se originan en el lóbulo occipital durante períodos de relajación, con los ojos cerrados pero aún despiertos.

Se piensa que representan la actividad de la corteza visual en un estado de reposo. Las producimos cuando cerramos los ojos y disminuimos nuestra actividad mental. Son ondas más lentas que testimonian un estado de paz interior, de calma.

Se puede desprogramar y programar, eliminar fobias, estrés, etc. Es cuando creamos y nuestros sentidos están al máximo de su capacidad. Imaginamos y visualizamos lo que queremos tener. Aumentamos las ondas alfa cuando hacemos yoga y meditación.

La voz de Alpha es la intuición, que se vuelve más clara y más profunda cuanto más nos acercamos a 7,5 Hz.


NIVEL THETA

Son oscilaciones electromagnéticas en el rango de frecuencias de 3,5 a 7,5 Hz, que se detectan en el cerebro a través del electroencefalograma. Normalmente están asociadas con meditación profunda, etapas de sueño profundo, en la fase de sueño MOR.

Se generan tras la interacción entre los lóbulos temporal y frontal.

Las ondas Theta son ondas aún más lentas, son causa de extrema creatividad, cuando las soluciones surgen sin esfuerzo aparente, y de sumergirnos en las profundidades del inconsciente.

Estas ondas nos permiten encontrar la memoria consciente de emociones y traumas olvidados, nos ponen en contacto con recuerdos que habíamos rechazado y estaban en el fondo de nosotros mismos, recuerdos de emociones fuertes…

En este estado se disparan los poderes como telequinesis, telepatía etc., además podemos desprogramar y programar más fácil y se produce la anestesia sicológica.

También se conoce como el estado crepuscular, ya que normalmente sólo momentáneamente es experimentada mientras uno se queda dormido (de Alfa) y surge del sueño profundo (del Delta). Un sentimiento de profunda conexión espiritual y la unidad con el Universo puede ser experimentado en Theta.

Las Visualizaciones vívidas, inspiración profunda, creatividad, así como la mayoría de los programas profundos de tu mente están todos en Theta.

La frontera Alpha-Theta, de 7 a 8 Hz, es el rango óptimo para la visualización, programación mental y utilizar el poder creativo de la mente. Es el estado mental en el que conscientemente creamos nuestra realidad.

En esta frecuencia de control de la mente, uno es consciente de su entorno, pero su cuerpo está en una profunda relajación. Para saber cómo acceder a este nivel de la mente a voluntad, primero hay que aprender a relajarse.

La voz de Theta es silenciosa.

Las ondas Theta nos ofrecen la posibilidad de “limpiar” y de “reintegrar”, “unificándolas” memorias o fragmentos de historias que habíamos olvidado, enterrado.



NIVEL DELTA

Son oscilaciones electromagnéticas en el rango de frecuencias de 0,2-3,5 Hz, también se pueden detectar en el cerebro por medio del electroencefalograma. Normalmente asociadas al sueño profundo, también en casos de daño cerebral y coma.

Se presentan en sueño profundo sin soñar y no están presente en las otras etapas del sueño (1,2 y de movimiento rápido de los ojos). Son las ondas más lentas. No las ponemos en acción, en la mayoría de los casos, hasta que no nos sentimos en peligro y nuestro espíritu se moviliza para encartar soluciones inmediatas.

Delta es el reino de la mente inconsciente. Es la puerta de entrada a la mente universal y el inconsciente colectivo, en donde la información recibida está disponible de otro modo en el nivel consciente.

Delta se asocia con la curación profunda y la regeneración, lo que resalta la importancia del sueño profundo al proceso de curación.


NIVEL GAMMA

El rango más recientemente descubierto es Gamma, que es el más rápido en frecuencia, por encima de 40 Hz (algunos investigadores no distinguen las ondas Beta de las Gamma).

Aunque se sabe poco de este estado de ánimo, la investigación inicial muestra que las ondas gamma están asociadas con explosiones de perspicacia y de alto nivel de procesamiento de la información.


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Ondas cerebrales y edades

De 0 a dos años predominan las ondas delta,  el niño no puede responder al mundo por eso a veces llora, solo recibe señales, pero aún no puede coordinar bien los movimientos y responder…
De 2 a 5 años, hay un predominio de ondas theta, son las ondas de la hipnosis, muy importante pues, los niños a esta edad mezclan el mundo imaginario con el real, si dicen montar a caballo en una escoba, para ellos es así, es un caballo; no distinguen, mezclan el mundo, es estado hipnótico, con lo cual la información va directamente a la mente subconsciente.

Desde los 6 años el niño empieza a tener conciencia y a los 12, se desarrolla un nivel más alto llamado beta, y esto es cuando cambia de primaria a secundaria, cuando el niño puede entender niveles más altos.

La importancia de esto comentado, es que en los primeros 6 años, el niño no funciona conscientemente, actúa por debajo de la conciencia, está en estado de hipnosis, este es el periodo de adiestramiento, con solo ver graba, no es necesario enseñarle, el ver es lo que graba directamente a su memoria, sin conciencia, sin pensar, solo lo observa y crea una respuesta, pero es el periodo donde te das cuenta de quién eres, tus padres te dicen eres un buen niño, eres un mal niño, eres querible, eres un niño enfermo, eres tonto, cuando los niños escuchan esas palabras y tiene de 6 años para abajo, esas palabras  se graban en su mente subconsciente, las creencias “no soy inteligente”, “no soy bueno”, “soy torpe”, “soy malo”, etc.,  el problema es que estamos programados en la mente subconsciente no por nuestras propias creencias, sino por nuestros padres, nuestra familia y nuestra comunidad o sea que, en los primeros 6 años de vida estamos grabando las creencias y conductas de otras personas y es relevante porque en la vida adulta el 95 % de tu conducta viene de la mente subconsciente, estamos usando los programas de otras personas para vivir el 95% de nuestra vida y solo el 5% son nuestros deseos y nuestros sueños. 

(Bruce Lipton- La Biología de la Creencia)


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¿Porque es importante entender las frecuencias del cerebro?

Para recordar que el estado más creativo del ser humano no es el que usamos cotidianamente cuando estamos totalmente despiertos, o cuando estamos totalmente dormidos, las frecuencias beta (el cotidiano) y delta (sueño profundo) no son las frecuencias más creativas, si queremos crear nuestra vida, tenemos que empezar aprender a ir a alfa y a theta  para poder cambiar nuestra realidad.

En los estados alpha y theta el ego se debilita y es más difícil que interfiera con nuestra creación, y esto es muy importante para saber por qué sirve la meditación, ya que nos ayuda a entrar en estas frecuencias más bajas, la primera es alpha la  segunda es theta y cuando entramos en esto, el ego, que es la vocecita interna que todo el tiempo está criticando, juzgando, esto me gusta,  esto es insoportable, etc., esa voz, no la podemos callar de golpe, tenemos que cambiar nuestra vibración mental, nuestra frecuencia cerebral.

Cuando activamos diferentes circuitos en el cerebro, pensamientos, se produce un sentimiento, así que si tienes un hermoso pensamiento, tu cerebro se activa en un patrón especifico o combinación y produce químicos que inundan el cuerpo y empiezas a sentir por lo que sea que estabas pensando, ya sea alegría y gozo, o negativo e inseguro.
En el momento en que te empiezas a sentir como piensas, empiezas a pensar en la forma que sientes, y este es un problema porque la redundancia del ciclo pensar y sentir, crea una manera de funcionar adictiva.

Esa química que se produce por las emociones, genera adicción, si suelo estar enojado, me torno adicto a la química del enojo y busco inconscientemente situaciones para sentirme enojado y sostener esa química, ahora ya no es más el hecho externo, sino que yo creo lo que no quiero porque estoy atrapado en una adicción bioquímica interior, soy adicto a mi biología.



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martes, 13 de marzo de 2018

¡HABLÁLE A TUS CÉLULAS!


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Si acaso mi amigo tu salud flaquea,
háblale a tus células con honda emoción,
pídeles que cumplan bien con su tarea
y que restablezcan su óptima función.


Dirígete a ellas de forma serena
y con la inflexión que mejor te cuadre
con el tono dulce de una madre buena,
o con la firmeza con la que habla un padre.


Pero siempre hazlo de manera suave
como si le hablaras al ser mas querido,
porque en el amor reside la clave,
para que el mensaje sea correspondido
y diles las frases que surjan de adentro,
las que mas te nazcan desde el corazón.


”vuelvan mis amadas a su justo centro,
recobren ya mismo su alta perfección,
restauren ahora la exacta plantilla
de nuestro perfecto diseño inicial.


Recuperen niñas la luz que mas brilla,
la de vuestra impronta completa y cabal.
Las amo pequeñas y les agradezco,
que aquí en este instante reciban mi amor
y que restablezcan lo que me merezco,
que mi ser recobre todo su esplendor.”


Cuando tú sostienes con suave insistencia
ese sentimiento de alta apreciación,
creas un efecto llamado coherencia
en el magnetismo de tu corazón
y como ese campo se halla conectado
con el vibratorio campo universal,
nos responde siempre si le hemos hablado
con su propio idioma el “emocional”.


Ellas de ese modo captan tu mensaje,
perciben la carga que lleva tu acento
y vibran felices al darle hospedaje
al amor que envías con tu pensamiento
y así agradecidas de que al fin les hables
con tanta ternura, con tanta atención
responden veloces a tu trato amable
apurando el curso de tu curación.


Háblales amigo con genuino afecto
y mientras les hablas siéntete sanado,
saludable, fuerte, vital y perfecto,
con tu cuerpo entero todo iluminado.


Haz que ese cariño se torne ostensible,
haz que lo transmita tu tono de voz
y te darás cuenta que no hay imposibles
para aquel que asume que es parte de dios.

Jorge Oyhanarte.



lunes, 5 de febrero de 2018

Inteligencia Emocional: interacción cerebro emocional/cerebro racional


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La evolución conocía cuales eran sus prioridades. Y la evolución es ante todo una cuestión de supervivencia y de transmisión de nuestros genes de una generación a la siguiente.

Sea cual fuere la complejidad del cerebro que se ha ido conformado en el transcurso de varios millones de años, sea cuales fueren sus prodigiosas capacidades de concentración, abstracción, de reflexión sobre sí mismo, si nos impidiesen detectar la presencia de un tigre o de un enemigo, o no nos permitieran reconocer la presencia de una compañía sexual apropiada y, por tanto, una ocasión de reproducirnos, nuestra especie se habría extinguido hace ya mucho.

Por fortuna, el cerebro emocional vela permanentemente. Se encarga de vigilar el entorno, en segundo plano.

Cuando detecta un peligro o una oportunidad excepcional desde el punto de vista de la supervivencia –un posible compañero sexual, un territorio, un bien material útil-, desencadena de inmediato una alarma que anula en pocos milisegundos todas las operaciones del cerebro cognitivo e interrumpe su actividad. Eso permite que el cerebro, en su conjunto, se pueda concentrar instantáneamente en lo que resulta esencial para la supervivencia.

Éste es el mecanismo que nos ayuda, cuando conducimos, a detectar, de manera inconsciente, un camión que viene en nuestra dirección, cuando nos hallamos enfrascados en una conversación con el pasajero. El cerebro emocional descubre el peligro y, a continuación, centra nuestra atención hasta que el peligro desaparece.

También es él el que interrumpe la conversación entre dos hombres en la terraza de una cafetería cuando en su campo de visión irrumpe una seductora minifalda. Y también es él el que silencia a los padres en un parque cuando perciben por el rabillo del ojo que un perro desconocido se acerca a su hijo.

El equipo de Patricia Goldman-Rakic, de la Universidad de Yale, ha demostrado que el cerebro emocional tiene la capacidad de “desconectar” el córtex anterior, la parte más avanzada del cerebro cognitivo (el término inglés, como en informática, es situarlo off-line).
Bajo el efecto de un estrés importante, el córtex anterior deja de responder y pierde la capacidad de guiar el comportamiento. De repente, los que toman la iniciativa son los reflejos y las acciones instintivas. Más rápidos y cercanos a nuestra herencia genética, la evolución les ha dotado de prioridad en las situaciones urgentes, como si estuviesen mejor dotados para guiarnos que las reflexiones abstractas cuando lo que está en juego es la vida.

En las condiciones de vida casi animales de nuestros antepasados, este sistema de alarma era algo esencial. Varios cientos de miles de años tras la aparición del Homo sapiens, nos sigue resultando prodigiosamente útil en la vida cotidiana.

No obstante, cuando nuestras emociones son demasiado intensas, esta preeminencia del cerebro emocional sobre el cognitivo empieza a dominar nuestro funcionamiento mental. Perdemos entonces el control del flujo de nuestros pensamientos y nos tornamos incapaces de actuar en función de nuestro mejor interés a largo plazo.

Eso es lo que nos sucede cuando nos sentimos “irritables” tras una contrariedad, en el transcurso de una depresión, o como consecuencia de un traumatismo emocional más grave. Eso es también lo que explica el “temperamento demasiado sensible” de aquellas personas que ha padecido abusos físicos, sexuales, o incluso simplemente emocionales.
En la práctica médica, se pueden hallar dos ejemplos corrientes de este cortocircuito emocional.

El primero es el que se denomina “estado de estrés postraumático” (EEPT): a consecuencia de un traumatismo grave –por ejemplo, una violación o un terremoto-, el cerebro emocional se comporta como un centinela leal y consciente. Desencadena la alarma con mayor frecuencia, como si fuese incapaz de asegurar la ausencia de todo peligro.
El segundo ejemplo corriente es el de los ataques de ansiedad, que en psiquiatría también se llaman ataques de pánico.

En los países desarrollados, casi una persona de cada veinte ha sufrido ataques de pánico. A menudo, las víctimas tienen la impresión de que van a padecer un infarto, a causa de las impresionantes manifestaciones físicas.

El cerebro límbico toma repentinamente el control de todas las funciones del cuerpo: el corazón late a toda velocidad, el estómago se anuda, manos y piernas tiemblan, el sudor perla todo el cuerpo.
Al mismo tiempo, las funciones cognitivas son aniquiladas por la subida de adrenalina.
El cerebro cognitivo no percibirá razón alguna para un estado de alarma tal, pues permanecerá “desconectado” por la adrenalina, siendo incapaz de organizar una respuesta coherente frente a la situación.
Las personas que han padecido ataques de este tipo lo describen muy bien: “Mi cerebro estaba como vacío; no podía pensar. Las únicas palabras de las que era consciente eran: “Estás a punto de morir; llama a una ambulancia. ¡Deprisa!”.

Por el contrario, el cerebro cognitivo controla la atención consciente, la capacidad de atemperar las reacciones emocionales antes de que se tornen desproporcionadas. Esta regulación de las emociones por parte del cognitivo nos libera de lo que podría ser una tiranía de las emociones y una vida totalmente dirigida por instintos y reflejos.
Un estudio efectuado en la Universidad de Standard, California, con medios de visualización cerebral ha dejado claro ese papel del cerebro cortical.

Cuando los estudiantes miran fotos muy desagradables –de cuerpos mutilados o de rostros desfigurados, por ejemplo-, sus cerebros emocionales reaccionan de inmediato.

No obstante, si realizan el esfuerzo consciente de controlar sus emociones, serán las regiones corticales las que dominarán sobre las imágenes de su cerebro en acción y las que bloquearán la actividad del cerebro emocional.

Pero la cuchilla del control cognitivo de las emociones tienen dos filos: si se utiliza demasiado puede acabar perdiéndose el contacto con las llamadas de socorro del cerebro emocional. Pueden apreciarse los efectos de esta supresión excesiva en las personas que han aprendido, de niños, que sus emociones no eran aceptables, siendo el cliché por excelencia en la materia la exhortación tantas veces escuchada entre hombres: “Los chicos no lloran”.

Un control exagerando de las emociones también puede dar paso a un temperamento no suficientemente sensible.

Un cerebro que no deja que la información emocional desempeñe su papel se enfrenta a otros problemas.
Por una parte resulta mucho más difícil tomar decisiones porque no se siente preferencia alguna “en el fuero interno”, es decir, en el corazón y el vientre, las partes del cuerpo que ofrecen un eco “visceral” a las emociones. Por esta razón se ve a los intelectuales un poco demasiado “dotados”- a menudo hombres- perderse en consideraciones infinitas de detalles cuando se trata de elegir entre dos coches, por ejemplo, o incluso entre dos cámaras fotográficas.

La separación entre el cerebro cognitivo y el cerebro emocional comporta una capacidad extraordinaria para no percibir las pequeñas señales de alarma de nuestro sistema límbico.
Siempre encontramos buenas razones para encerrarnos en un matrimonio o en una profesión que en realidad nos hacen sufrir, violentando a diario nuestros valores más profundos. Pero eso no se arregla haciendo oídos sordos a una desazón subyacente.

Como el cuerpo es el principal campo de acción del cerebro emocional, este callejón sin salida se traduce en problemas físicos.

Los síntomas son las clásicas enfermedades del estrés: la fatiga inexplicable, la hipertensión arterial, los catarros y otras infecciones repetitivas, las enfermedades cardíacas, los trastornos intestinales y los problemas de la piel. Investigadores de Berkeley han llegado incluso a sugerir hace poco que lo que más pesa sobre nuestro corazón y arterias es la supresión de las emociones negativas por parte del cerebro cognitivo, y no las emociones negativas en sí mismas.

Para vivir en armonía en la sociedad humana, hay que alcanzar y mantener un equilibrio entre nuestras reacciones emocionales inmediatas –instintivas- y las respuestas racionales que preservan los vínculos sociales a largo plazo.

La inteligencia emocional se expresa al máximo cuando los dos sistemas del cerebro –el cortical y el límbico- cooperan en todo momento. En este estado, los pensamientos, decisiones y gestos, se ajustan y fluyen de manera natural, sin que prestemos una atención particular, sabemos qué elección tomar en cada instante, y vamos en pos de nuestros objetivos sin esfuerzo porque nuestras acciones están en línea con nuestros valores.

Este estado de bienestar es a lo que aspiramos continuamente: la manifestación de la armonía perfecta entre el cerebro emocional, que proporciona la energía y la dirección, y el cerebro cognitivo, que organiza su ejecución. 
                                                                                                                    A. Damasio





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lunes, 22 de enero de 2018

Terapia de Integración Psico-Emocional



Llamo Terapia de Integración Psico-emocional, a un proceso terapéutico de transformación interna, a todos los niveles: físico, mental, emocional, energético, espiritual, donde integro las herramientas más poderosas y simples para la transformación interior, para aprender a conocer cómo funcionamos, cómo funciona nuestra mente, qué patrones/creencias, muchas de ellas inconscientes nos condicionan y mueven estados emocionales, que a la vez movilizan una determinada química en el organismo y esto repercute en nuestra salud a todos los niveles.

Una vez observados estos patrones y creencias, poder elegir cambiarlos, para crear una vida más saludable, aprendiendo a gestionar las emociones, desarrollando la inteligencia emocional, que influirá no solo en tu vida, sino en las relaciones con los demás.

Aprendes a soltar las cargas emocionales, los conflictos no resueltos que han quedado “grabados” en las memorias de las células a nivel inconsciente y que hacen que, hasta que no se resuelvan, atraigas situaciones con una resonancia similar a la de origen para poder liberar ese dolor, que se traduce en contracciones energéticas, que a su vez producen dolor físico, emocional o ambos.

Con el proceso terapéutico, aprendes a ser el protagonista de tu vida, te haces responsable de ti mismo, sin culpar al afuera por lo que estás viviendo, y aprendes a conectar con tus recursos internos para poder satisfacer tus necesidades, adquiriendo independencia emocional.

Además del trabajo terapéutico en armonizar cuerpo/mente, vamos “habilitando” el estado de Presencia (llamado también Observador/Conciencia/Testigo interior), que es nuestra verdadera Realidad, y aprendemos a des-identificarnos con lo “transitorio”, lo que cambia: cuerpo/mente, pero sin dejar de atenderlo, pues es nuestro vehículo de experimentación en esta escuela que es la Tierra.
Logras ampliar tu conciencia y aprendes a expresar en la vida el potencial que eres como Esencia.

Para el trabajo terapéutico, me valgo de diferentes herramientas, desde la visión de la Psicología Transpersonal (integración de las psicologías de oriente y occidente), la Descodificación de Enfermedades (Nueva Medicina Germánica), la Liberación de la Memoria Celular (CMR), Mindfulness (Atención Plena), Focusing (Presencia en la Emoción), el Yoga, la Psicogenealogía, PNL (Programación Neurolinguística), Hipnosis Ericksoniana, Regresiones, Técnicas de Relajación, Visualización Creativa, The Work (Byron Katie)….Comunicación no violenta (Rosenberg), entre otras….


El modelo que propongo en esta Terapia Integrativa, habla de un nuevo Paradigma, donde las herramientas terapéuticas, están sostenidas por las últimas investigaciones en Neurociencias:

Psiconeuroendocrinmunología - Neuroplasticidad Cerebral - Epigenética, Neurogastroenterología - Coherencia Cardíaca - Inteligencia Emocional,…. y en las investigaciones en Física Cuántica, entre otras…, logrando cambios profundos y duraderos, en poco tiempo, que afectaran tu entorno, tu vida, transformándola completamente.





ALGUNOS DE LOS BENEFICIOS QUE PUEDES LOGRAR CON EL PROCESO TERAPÉUTICO


  • Aprender a escuchar el mensaje de las emociones, superando la ansiedad, el miedo, la depresión, la agresividad…, mejorando notablemente tu salud.
  • Sanar tus patrones tóxicos, tus creencias limitantes, los bloqueos de la niñez que afectan tu vida actual. Te harás de herramientas sencillas y prácticas para aplicar en tu vida cotidiana.
  • Aprender a descubrir y a satisfacer tus necesidades saludablemente.
  • Sentirte más tranquilo/a, seguro/a de tí mismo/a, con más confianza en tus recursos internos, más claro/a y creativo/a para poder poner en acción tus proyectos.
  • Mejorar tus relaciones en general (familiares, pareja, amigos, conocidos…), aprendes a poner límites sanos, sintiéndote más feliz.
  • Comprobar que las crisis son verdaderas oportunidades de cambio interior, haciéndote responsable de tí mismo/a, sin culpar al entorno por lo que te ocurre.
  • Aprender a aceptar lo que te está pasando, y desde ahí, poder cambiar, viviendo más relajado/a, sintiéndote mejor ser humano.
  • Sentirte más integrado/a en cuerpo, mente y espíritu, y entender la vida como un proceso de aprendizaje.
  • Conectar con tu sentido de vida.
  • Aprender a conectar con el estado de Presencia, con el Ser que eres, actualizando en tu vida tus valores esenciales.



Juana. Ma. Martínez Camacho
Terapeuta Transpersonal
Especialista en Bioneuroemoción
Facilitadora Internacional de Liberación de la Memoria Celular (CMR)



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Consultas al Tel.   653-936-074                juani593@hotmail.com





lunes, 25 de diciembre de 2017

Termina el año, un ciclo se cierra…

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Termina el año, un ciclo se cierra…

Solemos desearnos paz, felicidad, abundancia, salud, y muchos buenos deseos…, sin embargo, no nos planteamos que todo esto que anhelamos, lo esperamos generalmente del “afuera”: esperamos que cambie el gobierno, el trabajo, la pareja, los afectos, la situación en la que estamos…, esperamos que algo del exterior cambie…, y a veces, no nos damos cuenta que el cambio real viene de nuestro interior: “se el cambio que quieres ver en el mundo” como dice Gandhi.

Y  no se trata de meros conceptos o palabras bonitas, sino que me refiero a un cambio real, donde aprendamos a conocer nuestro funcionamiento, nuestros programas mentales que hacen que nuestra vida sea de la manera en que esta siendo, aprender de cada situación, que para ello esta en nuestra vida, dejar de resistirnos  a “lo que es”, aprender el arte de aceptar, de soltar, de cambiar lo que podemos para una vida saludable en todos los niveles, y si no está en nuestras manos el cambiarlo, aceptar y a veces retirarse es la opción mas adecuada, de todas maneras, hacemos lo que podemos y sabemos con lo que tenemos.

Se trata simplemente de aceptar y aprender integrando las distintas facetas de nuestra personalidad, sin apegarnos  a ese “personaje” que estamos representando, sin confundirnos con él, aprender a desarrollar un “ego/personalidad sana”, necesaria para funcionar en el mundo fenoménico de las formas, de la dualidad, sin confundir que somos mucho mas que esa personalidad, somos el Ser expresándose en las múltiples formas.

Si necesitas acompañamiento, hacerte de algunas herramientas para tu viaje, puedes contar conmigo.


Juana Ma. Martínez Camacho

Terapeuta Transpersonal (Escuela Española de Desarrollo Transpersonal)
Biodescodificación-Bioneuroemoción
Liberación de la Memoria Celular
Anatheoresis
Yoga Integral
Terapias Naturales
Cursos online


Centro  Elim   www.centroelim.org

Cita Previa: 653-936-074   

 juani593@hotmail.com





domingo, 3 de diciembre de 2017

El dialogo interno


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¿Cómo te hablas a ti mismo?

Es de vital importancia lo que nos decimos a nosotros mismos ante una situación que estamos experimentando. El dialogo interior está basado sobre el sistema de creencias, muchas de ellas inconscientes y afecta nuestro mundo emocional más de lo que nos imaginamos, pero también nuestros estados emocionales, creencias, etc., afectan nuestro diálogo interno. 

Se ha descubierto que, cuando nuestro dialogo interno es nocivo, llega hasta el punto de “matar neuronas en ciertos centros cerebrales, como los hipocampos. (Dr. Mario Alonso Puig)

La facultad de Medicina de la Universidad de Harvard ha demostrado que entre el 60% y el 90% de las consultas a médicos generales en occidente tienen relación con determinadas emociones aflictivas que se prolongan en el tiempo.

Es muy importante ser conscientes de que es lo que nos decimos ante las situaciones que vivimos, pues de esa interpretación, depende la calidad de nuestras experiencias, y es que según lo que nos digamos movemos estados emocionales que tienen que ver con sustancias químicas en el organismo, no es lo mismo sentirnos furiosos, que sentirnos contentos. El dialogo interno, puede cambiar nuestro estado anímico en segundos.

«No nos afecta lo que nos sucede, sino lo que nos decimos acerca de lo que nos sucede» Epícleto



Aprender a escuchar a esa voz interna, a ser conscientes de ella, nos ayuda a mejorar nuestra automotivación y a regular el mundo emocional, ya que contrario a lo que solemos creer, somos responsables de nuestro mundo emocional, de lo que sentimos.

Gran parte de la vida, solemos culpar al afuera por cómo nos sentimos y nos justificamos, estoy triste porque tal persona no me hizo caso, o estoy furioso pues mi pareja no me escucha, o estoy frustrado porque el país está en crisis…etc. Y es que sin negar la situación exterior, la verdad es que lo que yo interpreto, yo que yo me digo de lo que está ocurriendo tiene mucho que ver con mi estado, con lo que siento, el otro puede actuar a su manera, pero en mi interior yo decido si me afecta o no, y si me afecta, toca revisar que patrones, maneras de funcionar se activan en mí que hacen que la situación me afecte y poder revisar sistema de creencias que ya no me apoyan a crear una vida saludable. 

Así, al ir tomando conciencia de que somos responsables de nosotros mismos, nos damos cuenta que “nadie nos puede herir sin nuestro consentimiento”.

Conviene cuando nos decimos algo que nos hace sentir mal, confrontar la creencia, por ej. Si me sorprendo diciendo que soy torpe, preguntarme: ¿realmente es así, soy torpe?, ¿es del todo real lo que me digo?, ¿es así en todo momento? O ¿es que me comporte torpemente?, ¿habrá situaciones donde no me comporte torpemente?....entonces la creencia pierde fuerza. 

Para poder detectar como nos hablamos a nosotros mismos, qué nos decimos, y si ese dialogo es tóxico, aprender a hablarnos de otra manera más saludable:

· hemos de entrenar la mente a estar presente, aprender a observar sin juicio los pensamientos, adoptando una actitud meditativa, para sorprendernos cuando nos estamos hablando mal. 

· Soltar la atención de los pensamientos y dirigirla a las sensaciones corporales. ¿Qué estoy notando en el cuerpo? ¿Qué sensaciones físicas noto: tensión en la mandíbula, en el cuello, puños apretados, hormigueos, calor, opresión en el pecho, nudo en el estómago, etc.?

· preguntarnos que estoy sintiendo, ponerle un nombre a la emoción o sentimiento: enojo, rabia, tristeza, angustia, ansiedad…) al ponerle nombre, al etiquetar la emoción, o sentimiento, se activan áreas del cerebro que nos ayudan a ser más resolutivos.

Hay un estudio científico (universidad de California) que demuestra que cuando nombramos una emoción la corteza prefrontal fabrica péptidos que inhiben la amígdala sobreactivada.

Desarrollando la Inteligencia Emocional, podemos equilibrar y armonizar la parte emocional y racional del cerebro. 

Al observar cual es el dialogo interno que nos lleva a sentirnos así, nos daremos cuenta que solemos decirnos cosas como: todo lo hago mal, siempre me pasa lo mismo, no cambio más, que estúpido soy, etc. 

Luego de haber tomado conciencia de lo que me digo, podre ver como distorsiono los hechos bajo los efectos de la emoción y de las creencias, se trata de confrontar como dije antes las creencias, para verificar si son realmente ciertas.

· Y me planteare como puedo aprender a hablarme, o que decirme a mí mismo ante esa situación que me haga sentir mejor.

· Haciendo esto, puedo volver a observar mis pensamientos y emociones y notar el cambio.

· Noto que sensaciones físicas aparecen al cambiar el dialogo interno tóxico por un dialogo más amable y que me hace sentir mejor.

· Y por último mirare que acción tomar, cual es el primer paso a dar para poder cambiar la situación que no me gusta, pues al tomar acción desaparece la sensación de inmovilidad que nos genera la preocupación por algo.

nueces y neuronas